Lo pole position de los ni�os es determinante en su futuro. S�lo que en la vida, a diferencia de en el automovilismo, no hay una clasificaci�n previa que otorgue un lugar en la pista de salida. La forma de conseguir que los hijos de familias menos favorecidas tengan las mismas oportunidades a la larga es incidir en la necesidad de la educaci�n preescolar, especialmente en los primeros a�os, de 0 a 3 y, por extensi�n, de 3 a 6 a�os, momento en el que, en Espa�a, comienza la educaci�n obligatoria.
�sta es una de las conclusiones a las que han llegado los soci�logos Hector Cebolla-Boado, Leire Salazar y Jonas Radl, autores del estudio Aprendizaje y ciclo vital. La desigualdad de oportunidades desde la educaci�n preescolar hasta la edad adulta, de la Obra Social La Caixa. Los dos primeros han sido investigadores en la Universidad de Oxford y el segundo se doctor� en el Instituto Universitario Europeo de Florencia. En la actualidad, los tres trabajan en el departamento de Sociolog�a II de la UNED. Su informe analiza, por primera vez de forma conjunta, las bases de datos fundamentales sobre educaci�n. No s�lo el informe PISA, tambi�n el TIMSS (Trends in mathematics and Science Study), el PIRLS (Progress in International Readin Literacy Study) y el PIACC (Programme for the International Assesment of Adult Competencies).
Otra de las conclusiones apunta que "aunque se suele atribuir el fracaso escolar a la educaci�n secundaria, son las etapas anteriores la clave para prevenirlo. De hecho, si la desigualdad educativa se reduce en algunas fases es s�lo porque el sistema educativo es m�s selectivo y expulsa a los que tienen peor rendimiento, entre los que los ni�os de or�genes humildes est�n sobrerepresentados".
"La educaci�n preescolar beneficia en un 100% m�s a los hijos de familias m�s desaventajadas, �ste es el gasto m�s redistributivo y m�s eficiente porque contribuye a reducir las diferencias y reduce el fracaso escolar", explic� Cebolla durante la intervenci�n.
Adem�s, el sistema educativo espa�ol no consigue modificar el impacto de las desventajas que muchos estudiantes tienen de partida, si su hogar tiene menos recursos. "Los centros educativos espa�oles de primaria y secundaria ni aumentan ni reducen sustancialmente la desigualdad de origen", afirma el estudio.
En este sentido, un a�o m�s de educaci�n infantil, para los hijos de padres con un nivel educativo bajo (equivalente a la educaci�n secundaria obligatoria) multiplicar�a por dos los beneficios que reciben los ni�os de padres con educaci�n universitaria. El documento advierte de que la aportaci�n del centro escolar supone s�lo una quinta parte, el 20%, de los conocimientos del alumno, mientras que el 80% restante depende de su capacidad personal y de la situaci�n familiar, especialmente el nivel sociocultural de los padres, entre otros factores.