Trabajar en Portugal ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que hemos tenido como equipo. Cada proyecto allí nos recuerda que no basta con operar en un país. Hay que entenderlo, respetarlo y formar parte de su cultura. Nos esforzamos por hablar el idioma, adaptarnos al ritmo local y ser percibidos como lo que queremos ser: parte del país y de la comunidad donde se ubican nuestros proyectos, no un actor externo e internacional. Portugal tiene una riqueza humana y un potencial energético inmenso. Desde DosGrados solo podemos dar las gracias por el respeto, la acogida y la colaboración. Y seguir trabajando para apoyar aún más ese potencial, con compromiso y con visión compartida. Porque formar parte de un lugar es más importante que solo operar en él.
Excelente reflexión, Luis.