El documento describe tres tipos de antígenos: epítopos, haptenos y mitógenos. Los epítopos son las porciones de una macromolécula reconocidas por el sistema inmunitario, como los anticuerpos o los receptores de células T. Los haptenos son moléculas pequeñas que no son inmunogénicas por sí solas pero sí lo son cuando se unen a moléculas mayores. Los mitógenos activan las células T sin necesidad de procesamiento como antígeno.