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MEDITACIÓN
Cómo dejar atrás las tensiones y el estrés
y alcanzar la paz interior
Brian Weiss

Brian Weiss Meditación
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ADVERTENCIA:
La exactitud de la información respecto de la salud física o psíquica vertida en este
libro —incluyendo recomendaciones, comentarios, tratamientos, recetas y
consejos— es de la exclusiva responsabilidad del autor.
Los editores no se hacen responsables por los resultados adversos que pudiera
ocasionar el uso o la interpretación de dicha información
Título Original: Meditation
Traducción: Victoria Morera
1ª Edición: Septiembre 2003
Diseño: Estudio Ediciones B / Joseph M. Maya
© 2002, by Brian Weiss
© Ediciones B, S. A., 2003
para el sello de Javier Vergara Editor
Bailén, 84 – 08009 Barcelona (España)
www.edicionesb.com
Printed in Spain
ISBN: 84-666-1271-8
Depósito legal: B-20068-2003
Impreso por Gráficas Domingo
Edición digital: Adrastea, Noviembre de 2006.
Archivo revisado por LiberBibliOteca, Noviembre de 2006
Esto es una copia de seguridad de mi libro original en papel, para mi uso
personal. Si llega a tus manos es en calidad de préstamo y deberás destruirlo una
vez lo hayas leído, no pudiendo hacerse, en ningún caso, difusión ni uso comercial
del mismo.

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Índice
5
Introducción
Capítulo
I La f el i cidad se encuentra en el
presente. Cómo utilizar la meditación
para sanar el cuerpo y la mente
14
Capítulo II Dirigir nuestra luz interior.
Cómo utilizar la meditación para
sanar el
cuerpo y la mente. 23
Capítulo I II La puerta de la dimensión eterna.
Cómo utilizar la meditación como
iniciación
al desarrollo espiritual 27
Capítulo IV Nos espera la magnificencia. Cómo
utilizar la meditación para
conocernos a
nosotros mismos. 35
Capítulo V Comentario f inal. Ayuda a la
meditación. 38
CD de Meditación: Transcripción 42
Acerca del autor 50

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Meditación
Cómo dejar
atrás las tensiones
y el estrés
y alcanzar la paz

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Introducción

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D
esde hace unos veinte años se me conoce por mi trabajo y
mis investigaciones en el campo de la terapia de la
regresión a vidas pasadas. Este método ha ayudado a
gran cantidad de personas, aunque los caminos que
conducen al crecimiento espiritual y la iluminación son numerosos. He
descubierto que existen muchas dimensiones que podemos explorar y
disfrutar. De hecho, nuestra alma está dotada de posibilidades que
exceden los límites del tiempo y el espacio. Estoy convencido de que no
somos sólo seres humanos que gozamos, ocasionalmente, de
experiencias espirituales, sino que somos seres espirituales que
vivimos, de vez en cuando, experiencias humanas.

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Meditación y terapia de la
regresión a vidas pasadas
En mi primer libro, Muchas vidas, muchos maestros, escribí sobre
Catherine, una paciente que cambio mi vida. En aquel libro, expliqué
con detalle aquella experiencia, de modo que ahora sólo la describiré de
forma breve.
Catherine llegó a mi consulta en 1980. Padecía ansiedad, fobias,
ataques de pánico y tenía relaciones complicadas. Durante dieciocho
meses la traté con técnicas psicoterapéuticas tradicionales, pero como
los signos de recuperación eran mínimos, decidí intentado con la
hipnosis.
Después de inducirle un estado de trance, le pedí que se trasladara
al momento en el que los síntomas que padecía se habían originado.
Para mi sorpresa, aquella sugerencia la trasladó unos cuatro mil años
atrás, momento en el que había vivido las experiencias traumáticas
originales que habían dado lugar a sus problemas actuales. Después de
recordar y revivir aquellos incidentes, Catherine mejoró.
Sin embargo, además de sus recuerdos Catherine recibió muchos
mensajes de los Maestros, que son espíritus muy evolucionados, cuya
sabiduría y capacidad de amar incrementan la espiritualidad de la
humanidad. Aquellos mensajes me emocionaron profundamente y
cambiaron mi perspectiva del mundo, la forma de entender mi trabajo y
la relación con mis pacientes. Antes de conocer va Catherine, mi
formación médica había sido rigurosa y ortodoxa, y la psiquiátrica
había seguido las líneas tradicionales del psicoanálisis. Sin embargo,
después de mi experiencia con Catherine empecé a explorar terapias
alternativas que pudieran ayudar a mis pacientes. Durante aquel
proceso de búsqueda aprendí el valor de la meditación.

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Como Catherine, muchas personas han vivido experiencias
traumáticas en alguna de sus vidas. Esas experiencias resultan a veces
tan devastadoras que imprimen una marca en su mente y su alma.
Algunas son tan dolorosas que no permanecen en la memoria
consciente. Sin embargo, aunque esos recuerdos queden relegados al
subconsciente, los efectos de aquellas experiencias persisten junto con
reacciones físicas y emocionales residuales.
Igual que la hipnosis y otras terapias de la regresión a vidas
anteriores, la meditación desarrolla, de modo progresivo, la capacidad
de concentración y nos permite acceder poco a poco a la mente
subconsciente. Los recuerdos de las vidas pasadas y de los intervalos
espirituales que tienen lugar entre encarnaciones quedan almacenados
en el subconsciente, que es el estado más clarividente y creativo de la
mente. En el subconsciente obtenemos los recursos espirituales que
resultan tan vitales en la vida diaria.
Gracias al trabajo que realizo con mis pacientes, me he dado cuenta
de que la meditación potencia la capacidad de recordar. En términos
simples, la terapia de vidas pasadas consiste en ayudar a las personas a
recordar el origen de sus síntomas, reacciones físicas, miedos, rabia o
dolor. Cuando se localiza el origen del trauma y los pacientes se dan
cuenta de que ya ha terminado, forma parte del pasado y no constituye
una amenaza, suelen librarse de sus síntomas. Yo mismo he accedido a
recuerdos de mis vidas pasadas mientras me hallaba en un estado de
meditación profunda y he percibido intuiciones que me han ayudado a
solucionar los problemas de mi vida actual. Sin embargo, no todo el
mundo precisa de esta terapia, porque no todo el mundo siente dolor o
tiene heridas ocultas de sus vidas pasadas. Existen otras maneras de
lograr la paz interior y el equilibrio y desarrollar la espiritualidad, pero
de ellas la más importante es la meditación. De hecho, me he dado

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cuenta de que, una vez finalizada la terapia de la regresión, la
meditación ayuda a consolidar los logros terapéuticos.
Asimismo, he comprobado que practicar con la grabación de una de
mis meditaciones guiadas, durante y después de la terapia, resulta de
gran utilidad a mis pacientes. Por esta razón, incluyo una meditación en
el CD que acompaña a este libro, para que usted pueda escucharla y
disfrutarla.
¿Qué es la meditación?
La meditación es el arte o la técnica de acallar la mente para que se
silencie la interminable charla que, por regla general, llena nuestra
conciencia. En la calma de la mente silenciosa, la persona que medita se
convierte, primero, en un observador, después alcanza cierto grado de
desapego y, al final, percibe un estado de conciencia superior.
Las tensiones del mundo actual se inmiscuyen constantemente en
nuestra vida diaria. Incluso los momentos de relax y placer son cada
vez más breves conforme las presiones y las exigencias del mundo
exterior aumentan y nos sentimos más agobiados. Ante esta avalancha
de estrés, el cuerpo físico funciona en un estado acelerado de alerta —la
conocida reacción de lucha o huida— y desencadena una sucesión de
reacciones fisiológicas. El miedo, que es una dolencia muy común hoy
en día, también activa alarmas internas que nos obligan a protegernos.
De este modo, cada vez resulta más difícil conectar con nuestro ser
interior y recordar nuestra verdadera naturaleza espiritual.
Por suerte, la práctica de la meditación nos ayuda a clarificar la
mente y nos libera de las tensiones, los pensamientos persistentes y los
episodios y llamadas del mundo exterior que perturban nuestra mente
consciente. La meditación nos ayuda a percibir, con mayor claridad, lo
que es verdaderamente importante. Aunque sus beneficios se extienden

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mucho más allá del propio estado meditativo, no debemos olvidar que
la meditación es, en sí misma, muy beneficiosa. Cuanto más profundo
sea el estado de meditación que logremos, más nos alejaremos de la
conciencia cotidiana —que incluye la frustración, el estrés, la ansiedad
y las preocupaciones—, y más nos acercaremos al ser superior y su
capacidad de amar. A medida que conseguimos una perspectiva más
amplia de la vida y nuestro lugar en el mundo, aumenta la percepción y
valoración del amor que existe en nuestro interior. Entonces,
descubrimos que ya poseemos ese don precioso que es todo belleza, nos
sentimos llenos de amor por nosotros mismos y podemos alcanzar la
felicidad y la alegría. A continuación, nos convertimos en seres ilumi-
nados y que irradian iluminación.
La meditación requiere práctica y paciencia. De hecho, el mismo
acto meditativo genera esta última. Lo importante es que volvamos a
conectar con nuestra parte más hermosa, receptiva y productiva.
Existen muchas maneras de contactar con nuestro ser superior, y
cuanto más avanzamos en este camino más fácil nos resulta alcanzar
niveles cada vez más elevados de espiritualidad. Por esta razón, en este
libro intento ayudarle a descubrir las técnicas de meditación y
visualización que le permitirán abrir su mente y su corazón.
Cómo empezar a meditar
Resulta fácil verse envuelto en problemas y dificultades, y también es
probable que, a veces, uno se sienta atascado, como si no lograse
avanzar en la vida. Sin embargo, la solución puede ser tan sencilla como
dedicar veinte minutos diarios a meditar.
Para empezar, siéntese de una forma confortable o, si lo prefiere,
échese, cierre los ojos y, simplemente, relájese. Afloje los músculos,
preste atención a su respiración y localice cualquier zona que

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permanezca tensa. Transmita a su cuerpo el siguiente mensaje: «Todo
está bien. Todo está en paz. Relájate. Tranquilízate.» Pida a todos y cada
uno de sus músculos que se liberen de la tensión y la rigidez.
Permita que los pensamientos dispersos se alejen, flotando, de su
mente y pida a ésta que silencie las voces clamorosas que suelen
bombardeada (si es necesario, siléncielas una por una). Dé estos pasos
uno tras otro. Viva este momento con intensidad, déjese ir y ríndase. De
hecho, se trata de un momento único y precioso de gracia, luz y
elevación.
El presente es el único momento en que podemos encontrar la
felicidad y la alegría; en consecuencia, la terapia psicoespiritual pone
énfasis en que prestemos atención al momento presente. La mente
humana es un misterio maravilloso, una pieza maestra creativa que
puede transportarnos a la cima de la felicidad o a las profundidades de
la desdicha. Prestar atención al momento presente es ser conscientes de
los pensamientos, las emociones, los sentimientos y las percepciones
que nos ocupan en la actualidad. De este modo, al eliminar las
distracciones del pasado y el futuro, el acto de la meditación nos abre la
puerta a la salud y la paz interior. Para centrarse en el presente, puede
usted concentrarse en una palabra, mantra, imagen o sonido o,
sencillamente, vaciar su mente. También puede ayudarle escuchar el
CD de la meditación y fijar su atención en las palabras que contiene.
La meditación nos aleja de la conciencia rutinaria y nos recuerda lo
que hemos aprendido sobre los valores más elevados y espirituales.
Nos permite recordar e plano superior y también lo que es importante y
lo que no lo es en nuestra vida. Durante la meditación, tal vez sea
conciente de un conocimiento repentino o una solución que no se le
había ocurrido antes y quizá perciba, con mayor claridad, una situación
que le inquieta, como si la luz de una habitación a oscuras se encendiera
de repelente despertar a la realidad fundamental.

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La Meditación como camino
hacia el amor y nuevos
comienzos
La capacidad de amar y sentirnos amados restablece el equilibrio y nos
permite vivir en el mundo con unas habilidades sorprendentes. El
subconsciente es menos receptivo que la mente consciente a las críticas
y los juicios de las demás personas y, por lo tanto, constituye una fuente
de creatividad e intuición. A la larga, el contacto continuo con nuestro
verdadero ser interior nos permite confiar en nuestras emociones y
sentimientos y darnos cuenta de la contribución única que
representamos para el mundo.
He aquí un ejemplo extraído de mi propia vida: En determinado
momento, la relación con mi hijo, Jordan, era bastante conflictiva, pues
atravesábamos una etapa de su adolescencia. Un día, mientras me
encontraba en un estado profundo de meditación y sin ningún
pensamiento concreto en la mente, una voz resonó en el interior de mi
cabeza. Fue como un bramido telepático que hizo vibrar mi cuerpo.
«Simplemente, ¡ámalo!», retumbó a la voz. Supe que el mensaje se
refería a Jordan y desperté de repente.
Una semana más tarde, por la mañana temprano y mientras llevaba
a Jordan al colegio, intenté iniciar una conversación con él, pero ese día
sus respuestas eran particularmente monosilábicas. Sencillamente,
estaba de mal humor.
Yo sabía que podía elegir entre enfadarme o dejarlo correr. Pensé en
el mensaje, «Simplemente, ¡ámalo!», y elegí la segunda opción.
—Jordan, sólo recuerda que te quiero –le dije cuando bajaba del
coche.

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Para mi sorpresa, respondió:

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—Yo también te quiero.
Aquello supuso un nuevo y gran comienzo para ambos.
En este libro, utilizo mis experiencias como terapeuta para
enseñarle los beneficios que puede obtener de la meditación en al
menos tres aspectos:
1. Resolver conflictos personales y relaciones difíciles.
2. Ayudar a su cuerpo y su mente a curarse.
3. Iniciar el camino del crecimiento y el desarrollo espiritual.
Espero que la meditación le proporcione, también a usted, nuevos
comienzos.

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Capítulo I
La felicidad se encuentra en el presente

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Cómo utilizar la
meditación para
superar conflictos
Uno de los beneficios de la meditación es que con ella se
consigue mayor poder de concentración. Dar vueltas al
pasado o acumular miedos respecto del futuro constituye
una pérdida de energía mental, emocional y espiritual.
Este derroche de energía me hace pensar en la típica reunión de
negocios en que los asistentes se enfrentan a las tareas y plazos de
entrega involucrados en un proyecto. Sin embargo, lo único que se les
ocurre es confeccionar una lista de las cosas que tendrá que hacer en el
futuro, con lo cual se crean más dificultades.
El pesimista del grupo sólo imagina situaciones fatalistas: «¡No hay
nada que hacer! No lo conseguiremos…. ¡Es demasiado para nosotros!»
A continuación, una voz lúcida dice:
«Bueno, tenemos que encontrar la manera de solucionar este
asunto. Empecemos por lo que tenemos que hacer en primer lugar y
después ya nos ocuparemos del resto.»
A partir de esta intervención, la discusión resulta más productiva,
porque cuando centramos nuestros pensamientos y nuestra voluntad
en cambiar el presente, la mayor parte de las veces el resultado es
positivo.

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Ver lo que se
encuentra justo
delante de nosotros
Querría compartir una anécdota con usted. En una ocasión,
enseñaba a una paciente a meditar. Al inicio de una de las sesiones me
dijo:
—¡He visto un árbol verdaderamente hermoso!
Yo, intrigado, le pregunté dónde lo había visto.
—Delante de mi casa— respondió.
El árbol siempre había estado ahí y la meditación había permitido
que aquella mujer percibiera la belleza que, día tras día, había estado a
su alcance y no había visto. Esto demuestra que cuando aprendemos a
aquietar la mente, percibimos las cosas más hermosas.
Lo que ocurrió a aquella paciente y a muchos otros, me enseño a
una verdad fundamental: El pasado nos permite aprender de sus
lecciones y podemos planificar el futuro; sin embargo, vivimos en el
presente, en el aquí y el ahora. En el presente podemos interactuar,
tanto con el mundo exterior como con nuestro interior, e iniciar
cualquier cambio. Nuestro desarrollo espiritual y nuestra alegría se
encuentran, siempre, en el momento presente. Y es en el momento
presente., también donde tienen lugar nuestras acciones.
A continuación, relato otra historia que ilustra mi punto de vista.
Armando era un paciente que no padecía ningún problema psicológico
o físico importante, sin embargo, tenía mucho interés en crecer en el
ámbito espiritual y deseaba con desesperación vivir una regresión a
una vida anterior.

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Armando, cuya personalidad rayaba en lo obsesivo—compulsivo,
tenía dificultades para relajarse y prefería pasar el tiempo de ocio solo o
con su mujer antes que con otras personas.
Aunque siempre era amable y considerado, no se mostraba muy
cortés o atento con los demás.
Durante nuestra segunda sesión, hipnoticé a Armando hasta un
nivel profundo. Él experimentó un estado de éxtasis y se sintió lleno de
paz y amor. También percibió colores vívidos, sobre todo el violeta, que
es un color majestuoso y divino y que, tradicionalmente, se asocia con
la espiritualidad. Sin embargo, aunque lo intentó de forma intensa, no
consiguió revivir ningún recuerdo de vidas anteriores.
Entregué a Armando una cinta con un ejercicio de relajación guiado
por mi voz. Su esposa, a quien yo no conocía, también escuchó la gra-
bación. Experimentó visualizaciones vívidas de vidas anteriores y las
contó a su esposo, que envidió su suerte. Sin embargo, Armando no
percibió nada de sus vidas pasadas.
En aquella grabación, indico al oyente que se ponga en contacto con
un ser sabio, un guía o un ayudante, que le formule una o dos
preguntas y, que preste atención a sus respuestas.
Mientras escuchaba la grabación, Armando volvió a percibir la luz
violeta y en su interior se materializó su guía. Su nombre era Michael,
tenía diecinueve años, el cabello largo y rubio y vestía tejanos azules y
una camisa de franela a cuadros. Exhibió una amplia sonrisa, rodeó a
Armando con uno de sus brazos y le dijo: «Ilumínate, relájate y no seas
tan serio.»
La edad, el estilo, las características y la ropa del guía no eran lo que
cabría esperar que Armando, una persona tan formal y tensa, invocara
o imaginara. Incluso Armando estaba sorprendido. Sin embargo,
siempre que escuchaba la cinta, Michael surgía de la luz violeta y le
hablaba. Le daba consejos espirituales, le transmitía conocimientos
prácticos en relación con su negocio y sus relaciones personales y le

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anunciaba diversas predicciones certeras que ocurrían de un modo casi
inmediato.
Pero Armando no se sentía satisfecho porque aún deseaba, con
desesperación, experimentar una regresión a una vida pasada. En
consecuencia, minimizaba la belleza y la importancia de los encuentros
con Michael, su guía.
Durante la tercera sesión, hipnoticé a Armando hasta un nivel
profundo y le pedí que contactara con Michael. También le pedí que le
preguntara por qué no podía recordar sus vidas anteriores.
La respuesta de Michael fue rápida y directa: «Recordarás tus vidas
pasadas, como premio, cuando te liberes de tus miedos presentes. No
hay nada que temer. Tienes miedo de la gente y no debería ser así. Note
preocupes por los demás. Ellos estarán bien, pero no esperes que sean
perfectos. Acércate a ellos para ayudarlas, aunque al principio sólo lo
hagas de uno en uno.»
Por lo visto, Armando estaba muy centrado en el pasado, pero en
realidad no necesitaba recordar otras vidas porque el trabajo que tenía
que realizar estaba en el aquí y el ahora.
La práctica de la meditación puede centrarse en el presente y
debería hacerla. Por un lado, debemos silenciar las voces perturbadoras
que nos atan al pasado. Por el otro, debemos poner fin a las imágenes, a
menudo inquietantes, que nosotros mismos creamos como reflejo de
nuestras preocupaciones respecto del futuro. El origen de esas
imágenes son nuestros miedos, por lo que no son agradables ni
reconfortantes. Además, dado que disponemos de innumerables
futuros posibles, es posible que esas imágenes no se manifiesten como
el futuro verdadero.
Cuando gracias a la meditación nos concentramos de una forma
total en el presente, podemos resolver muchos de nuestros conflictos y
tensiones personales. De este modo, desarrollamos la capacidad de
centrarnos en lo que es importante y minimizamos los pensamientos
superfluos. La práctica de la meditación requiere perseverancia y

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tenacidad, pues a menudo los pensamientos negativos se repiten por la
simple fuerza de la costumbre.
Thich Nhat Hanh, un monje budista y filósofo vietnamita, utiliza la
metáfora de saborear una buena taza de té para ilustrar la atención en el
presente. Para disfrutar del té, debemos tener todos nuestros sentidos
en el presente. Sólo entonces nuestras manos sienten la agradable
calidez de la taza y percibimos el aroma, saboreamos la dulzura y
apreciamos la delicadeza del té. Si le damos vueltas al pasado o nos
preocupamos por el futuro, nos perdemos la experiencia de disfrutar
esa taza de té. Miraremos la taza y el té ya habrá desaparecido.
Lo mismo ocurre con la vida. Si no vivimos el presente con todos
nuestros sentidos, cuando miremos alrededor aquélla ya habrá
transcurrido. Nos habremos perdido la experiencia, el aroma, la
delicadeza y la belleza de la vida y nos parecerá que ésta ha pasado de
largo.
El pasado ha terminado. Aprenda de él y déjelo ir. En cuanto al
futuro, ni siquiera ha llegado. Como es lógico, usted debe hacer planes
en relación con el futuro, pero no malgaste su tiempo preocupándose
por él. Preocuparse es inútil. Cuando deje de fijarse en lo que ya ha
sucedido y en lo que quizá nunca suceda, estará en el momento
presente. Entonces empezará a experimentar alegría en la vida.
Durante una meditación, percibí un mensaje que considero muy
inspirador y que desearía compartir con usted.
Con el amor y la comprensión adquirimos la perspectiva de la
paciencia infinita. ¿Por qué tienes prisa? En cualquier caso, el
tiempo no existe, sólo te lo parece. Cuando no experimentas el
presente, cuando el pasado te absorbe o te preocupa el futuro,
transmites pena y dolor a tu ser. El tiempo es una ilusión. Incluso
en el mundo tridimensional el futuro sólo es un sistema de
probabilidades. ¿Por qué te preocupa tanto?
Debes rememorar el pasado y, a continuación, olvidado. Déjalo
ir. Tanto los traumas de la infancia como los de las vidas pasadas, y

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también las actitudes, las falsas ideas y los sistemas de valores que
te han sido impuestos, y los antiguos pensamientos, todos los
pensamientos. ¿Cómo puedes percibir algo de una forma clara y
nueva con todos los pensamientos que llenan tu mente? ¿Qué ocu-
rriría si tuvieras que aprender algo nuevo y desde una perspectiva
diferente?
Deja de pensar y utiliza tu sabiduría intuitiva para
experimentar de nuevo el amor. Medita. Sé consciente de que todo
está relacionado. Percibe tu verdadero ser. Percibe a Dios.
La meditación y la visualización te ayudarán a pensar menos y
a iniciar la vuelta atrás. Entonces tendrá lugar la sanación.
Empezarás a utilizar la parte de la mente que normalmente no usas
y percibirás y comprenderás la verdad. Entonces te convertirás en
una persona sabia y encontrarás la paz.
La sabiduría de estas palabras queda reflejada en la historia que me
contó un hombre excepcional durante un viaje que realicé a
Sudamérica. Eduardo había sido un activista político en la década de
los setenta y la policía lo buscaba. Para evitar la prisión, se mudó a un
lugar remoto en el interior de su país. Allí vivió en una casa sencilla
rodeada de montañas boscosas.
«Solía pasar horas junto a la ventana porque no tenía otra cosa que
hacer —me contó Eduardo—. Durante ese tiempo, cavilaba sobre lo que
ocurría en las ciudades y en todo el país. Experimentaba una sensación
de opresión en mi interior y me sentía perseguido, como si el mundo se
cerniera sobre mí. Al principio fue como un infierno, sin embargo, poco
a poco aquellas sensaciones se desvanecieron. No recuerdo cuánto
tardaron en desaparecer; una semana, más o menos. Después, dediqué
el tiempo a contemplar el bosque, los arbustos, los árboles y las
montañas, sencillamente. El exterior semejaba un mar interminable de
colinas ondulantes que se extendían hasta donde alcanzaba la vista...
»Un día me di cuenta de que las personas que me buscaban, por
muy poderosas que fueran, nunca lograrían encontrarme si me

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escondía entre los arbustos de la cima de una de aquellas montañas. La
idea parecía absurda, pero sorprendentemente me tranquilizó y me
ayudó a pasar aquellos días. Entonces pude disfrutar mientras miraba
por la ventana toda aquella vegetación. El bosque del exterior era muy
hermoso y la vista era de verdad magnífica.»
Eduardo desarrolló, de forma intuitiva, una manera de meditar.
Estaba virtualmente hipnotizado por el paisaje que lo rodeaba y, a
medida que sus tensiones remitieron, se sintió más vivo y receptivo con
respecto al presente. En consecuencia, fue más consciente de todos los
matices y el encanto de la naturaleza. Desde aquel punto de vista
nuevo, su situación le pareció menos peligrosa y logró vislumbrar una
salida.
A través del mismo proceso, todos podemos transformar nuestros
resentimientos, odios, frustraciones y obsesiones. La meditación nos
ofrece la oportunidad de escapar de nuestra forma física. Además,
desde una perspectiva superior, nuestros problemas se desvanecen. La
sanación y el equilibrio verdaderos dependen de que volvamos a
recuperar nuestra esencia espiritual.
Encender nuestra luz interior
A veces, unos actos simples de amabilidad pueden llegar al corazón de
los problemas y mejorar nuestras relaciones personales a un nivel más
profundo y de una forma más intensa que si los planteáramos desde un
punto de vista intelectual. Para que esto suceda, es necesario que
trascendamos nuestro ego y nuestro orgullo y dejemos de lado la
necesidad de tener la razón.
En una ocasión, una mujer visiblemente alterada se me acercó y me
dijo:

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—Me siento muy mal cuando miro hacia atrás y recuerdo la forma
estricta y autoritaria en que eduqué a mi hijo mayor. Yo era muy jovene
inmadura y lo eduqué como mi madre me había educado a mí. ¡Ojalá
pudiera volver a empezar!
—Ámelo ahora como desearía haberlo hecho cuando era pequeño
—le respondí.
Un año más tarde, volví a encontrarme con aquella mujer. Se sentía
feliz por los progresos que había realizado. La práctica regular de la
meditación la había ayudado a acabar con la parálisis que la
culpabilidad le había provocado. De ese modo, consiguió acercarse más
a su hijo y volcar en él todo el amor y la atención que había retenido en
su interior.
Es sorprendente el modo en que las intuiciones que obtenemos
durante la meditación nos permiten contemplar las relaciones
personales, por difíciles que sean, desde una perspectiva más amplia.
Es como si una luz se encendiera en nuestro interior y nos ayudara a
comprender mejor a la otra persona o a establecer lo que es importante
y lo que no lo es en la relación. Sea cual sea la razón, la empatía y la
compasión son grandes herramientas de sanación.
Para alguien con una comprensión limitada, incluso las cosas más
pequeñas pueden significar el fin del mundo. Sin embargo, para un
alma que es consciente de su inmensidad, las soluciones resultan más
fáciles. El alma nunca se encuentra atrapada o sin esperanza, porque la
vida es demasiado importante para rendirse a la infelicidad y la
desesperación.

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Capítulo II
Dirigir nuestra luz interior

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Cómo utilizar la
meditación para
sanar el cuerpo y la
mente
Muchos médicos saben que todos disponemos, en
nuestro interior, de energías curativas capaces de
desempeñar un papel decisivo en la lucha contra la
enfermedad. Algunos de mis pacientes que padecían
enfermedades muy graves me enseñaron que esta energía curativa
puede ser muy sutil, pero que es sumamente poderosa.
Frances, una paciente de unos cuarenta y cinco años, acudió a mi
consulta para solucionar algunas cuestiones relativas a sus relaciones
personales. Además, le habían localizado dos bultos sospechosos en la
mama derecha. El lunes siguiente la operaban, de modo que, como es
lógico, estaba bastante nerviosa. Durante la sesión, la guía para que
realizara una meditación y visualizase una luz que entraba en su
cuerpo y la curaba. Después, le entregué una cinta que contenía una
meditación de relajación y curación y le sugerí que la realizara en su
casa. Frances aceptó.
El lunes siguiente, Frances acudió al hospital. Como parte de la
preparación para la operación, el radiólogo le efectuó una radiografía y
una mamografía. Para sorpresa del equipo médico, no había rastro de
los bultos que habían localizado en las pruebas anteriores. Mientras
Frances esperaba en la mesa de operaciones, los médicos discutían el
procedimiento que debían seguir. El cirujano, después de estudiar las
radiografías, se negó a creer lo que veían sus ojos y decidió realizar la

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intervención. Sin embargo, el radiólogo, que era muy apreciado por sus
colegas, insistía en que los bultos habían desaparecido.
Al final, Frances tomó cartas en el asunto.
—Aquí no hay ningún bulto —dijo—. Me voy a casa.

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Y así lo hizo. Más tarde, recibí una nota suya que decía:
«Gracias por la grabación de la meditación. ¡Soy una prueba
viviente de que la luz curativa funciona!»
Estoy convencido de que todos podemos aprovechar los poderes
curativos que tenemos en nuestro interior. Quizá la verdadera medicina
holística consista en esto, en movilizar todo nuestro organismo,
incluida la mente y el espíritu.
Por ejemplo, en su excelente libro Head First: The Biology of Hope
and the Healing Power of the Human Spirit (La mente primero: La
biología de la esperanza y el poder curativo del espíritu), Norman
Cousins expone un trabajo muy documentado que ha ayudado a
desarrollar la psiconeuroinmunología, una nueva área de la
investigación médica que estudia el modo en que las emociones afectan
el sistema inmunológico. Además, un grupo de investigadores de la
Universidad de Harvard ha descubierto que ciertos tipos de meditación
prolongan la vida de las personas de edad.
En un estudio publicado en The Lancet, la prestigiosa revista
médica británica, un grupo de investigadores informó de que una
combinación de dieta, ejercicio y técnicas de reducción del estrés podía
invertir el proceso de obstrucción arterial en las enfermedades
coronarias. Los cambios en la dieta y el ejercicio, por sí solos, no
producen este efecto. De hecho, las técnicas de reducción del estrés
constituyen un factor necesario y mucho más importante de lo que los
médicos habían creído en un principio.
Como comenta el doctor Dean Ornish, coordinador del estudio,
«Este descubrimiento sugiere que las recomendaciones tradicionales
[...] pueden ser suficientes para prevenir las dolencias cardíacas, pero
no para invertir su proceso».

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La relajación, la visualización, la meditación y la regresión pueden
utilizarse para eliminar, de manera holística, el estrés, las tensiones, los
miedos y las fobias. Yo enseño unas técnicas de meditación que mis
pacientes pueden incorporar de inmediato en su rutina diaria y utilizar
el resto de su vida. Estas técnicas ayudan, por ejemplo, a eliminar el
insomnio, controlar el peso, dejar de fumar, reducir el estrés, reforzar el
sistema inmunitario, combatir las infecciones y dolencias crónicas y
regulares la presión arterial. Los beneficios sobre la salud parecen
infinitos. Estoy convencido de que la práctica regular de la meditación
constituye una herramienta de un valor incalculable para el
mantenimiento y la recuperación de la salud. La razón es que las
energías mentales y espirituales influyen, sin duda alguna, en las
reacciones físicas y químicas del cuerpo. Nos encontramos ante un
contexto nuevo que nos permite replantearnos el cuidado de la salud y
utilizar las técnicas que liberan nuestras energías curativas.

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Capítulo III
La puerta a la dimensión eterna

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Cómo utilizar la meditación
como iniciación al
desarrollo espiritual
La meditación pone a nuestro alcance múltiples posibilidades
de vivir experiencias espirituales. Es como si el
subconsciente fuera la puerta a la dimensión eterna. Esta
puerta nunca está abierta por completo y, en general, no
existe ninguna señal que nos indique adónde nos conducirá
en cada momento dado. Abrir la puerta no consiste únicamente en
encontrar la llave o pronunciar unas palabras mágicas, sino que se
parece más a la idea que guiaba a los antiguos alquimistas, o sea, se
trata del proceso de transformar y transformarnos. Otra forma de
describirlo es considerar que la mente es un pasadizo y que la persona
que medita es capaz de identificarlo y recorrerlo hasta alcanzar estados
más profundos y trascendentes.
A veces, este pasadizo nos conduce a un estado en el que somosmás
conscientes de nuestra esencia espiritual y en el que alcanzamos un
grado de éxtasis, ligereza, satisfacción y bienestar profundos que
representan el contacto con nuestra dimensión más trascendente. Esta
sensación nos inunda, a veces, cuando contemplamos algo que nos
proporciona placer y puede ser intermitente, breve e incluso nada
espectacular. Sin embargo, sea cual sea la duración, el efecto es el
mismo: Una consciencia espiritual más elevada que brilla en nuestro
rostro iluminado y refleja alegría y serenidad.
Una de las características de la iluminación espiritual es que la
persona que la experimenta irradia amor y compasión hacia los demás
sin esperar nada a cambio. La persona iluminada se siente «Una» con el

- 30 -
resto de personas y seres, con todo lo que existe. Este efecto puede
apreciarse en los niños cuando juegan o en los enamorados, porque

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ellos experimentan, de un modo directo, la alegría del estado alterado.
También he percibido este estado en algunos de mis pacientes mientras
tenían visiones trascendentes durante una sesión particularmente
intensa.
Existen muchas maneras de experimentar este sentimiento o de
permitir que llegue a nosotros y, como es lógico, estas maneras varían
de una persona a otra. Aunque he obtenido muchos conocimientos y
sabiduría gracias a mis pacientes, para alcanzar ese grado elevado de
consciencia he tenido que desarrollar mis propios canales. Por ejemplo,
gracias a la meditación he recibido mensajes, pensamientos tras-
cendentales, intuición..., y también he logrado recordar mis vidas
pasadas.
En algún lugar del tiempo
La primera vez que reviví una vida pasada fue en la consulta de un
digitopuntor de shiatsu a quien acudí por un dolor crónico en la
espalda y la región cervical. Las sesiones se realizaban en silencio y yo
empleaba aquel tiempo para meditar. Cuando había transcurrido cerca
de una hora de mi tercera sesión, alcancé un estado muy profundo de
relajación. De repente, me sobresaltó una imagen nítida de mi mismo
en otro tiempo.
En aquella imagen era más alto y delgado, tenía una barba pequeña,
morena y puntiaguda y vestía una túnica multicolor. Me di cuenta de
que era un sacerdote, un miembro muy poderoso de la jerarquía
religiosa de aquella época. El edificio en el que me encontraba era de un
extraño diseño que no había visto nunca. Su forma era muy
característica: plano en la parte superior, de base ancha y lados
inclinados. Tenía siete u ocho niveles y la vegetación crecía por los
lados. Unas escaleras anchas comunicaban los distintos niveles en

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determinados puntos. De una forma gradual, percibí una palabra en mi
mente; zigurat. No tenía ni idea de lo que significaba, así que decidí
olvidarme de ella por el momento.
Mientras me desplazaba entre la perspectiva del sacerdote y otra
más amplia, distanciada y desde el exterior, fui familiarizándome con
su vida. Supe que su idealismo y espiritualidad iniciales cedieron ante
los valores materiales conforme ascendía a una posición de poder y
autoridad mayor. Incluso gozaba de la confianza de la familia real. Sin
embargo, en lugar de utilizar su posición para promover los valores
espirituales, la solidaridad y la paz entre sus conciudadanos, abusó de
su posición para obtener riquezas, sexo y aún más poder.
El sacerdote falleció a una edad avanzada y nunca recuperó las
virtudes y el idealismo de su juventud. Al morir, tuvo que abandonar la
fortuna, el poder, la posición y el cuerpo que tanto lo habían
obsesionado. Sentí una gran tristeza porque me pareció que aquel
hombre había desperdiciado su vida.
Ese mismo día, más tarde, volví a recordar la palabra zigurat.
Busqué en una enciclopedia y averigüé que se trataba de un templo con
la misma forma geométrica que el que yo había visualizado. Aquel tipo
de templo procedía de la época asirio-babilónica, y los puentes
colgantes de Babilonia constituyen un ejemplo de aquella estructura.
De ese modo conseguí delimitar el periodo temporal de mi vida
anterior.
Ser consciente de las experiencias del sacerdote me produjo una
cierta tristeza, pues me di cuenta de que había desaprovechado sus
oportunidades para enseñar acerca del amor y la compasión.
Experiencias como aquélla pueden proporcionarnos una explicación o,
al menos, ciertas claves sobre la razón de que vivamos determinadas
situaciones y dispongamos de ciertas oportunidades en nuestra vida

- 31 -
actual. Es como si las lecciones espirituales que experimentamos en
vidas pasadas todavía estuvieran presentes para que las aprendiéramos
en esta vida.
La mayoría de mis pacientes han logrado rememorar vidas pasadas
gracias a la terapia de la regresión. Sin embargo, la práctica regular de
la meditación también puede proporcionamos recuerdos de nuestras
vidas pasadas. La razón es que la regularidad en la práctica de la
meditación nos transporta a niveles cada vez más profundos de nuestro
ser interior.
Si usted revive experiencias de vidas pasadas, no intente determinar
si se trata de recuerdos verdaderos, metáforas, símbolos o sólo son pro-
ducto de su imaginación. Déjese llevar sencillamente. Si se siente
incómodo, abra los ojos y dé por finalizada la meditación. La
exploración de vidas pasadas a través de la meditación constituye una
práctica segura, porque el subconsciente es muy sabio y no permite que
nada perjudicial entre en la memoria.
Otros beneficios espirituales de la
meditación
La posibilidad de desarrollo espiritual que nos ofrece la meditación no
se limita a revivir vidas pasadas. De hecho, algunos de mis pacientes
han vivido la experiencia de separarse del cuerpo físico durante la
meditación. Es como si flotaran por encima del lugar donde se
encuentra su cuerpo y se vieran a sí mismos. Esta vivencia recibe el
nombre de «experiencia extracorporal» (OBE, en sus siglas en inglés) y
resulta importante porque demuestra que la vida es algo más que lo
que experimentamos a través del cuerpo físico y la mente. Las
experiencias extracorporales no son peligrosas en absoluto, porque la
persona siempre puede encontrar, de un modo seguro, el camino de

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vuelta a su cuerpo.

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Las experiencias extracorporales se parecen a las experiencias
cercanas a la muerte (NDE, en sus siglas en inglés). En estas situaciones,
provocadas, en general, por una enfermedad o un trauma, la
consciencia se separa del cuerpo físico. Algunas personas perciben una
luz brillante que parece tener, para ellas, un significado espiritual
extraordinario. Sin embargo, esas personas enseguida descubren que
todavía no ha llegado la hora de su muerte y regresan, de inmediato, a
su cuerpo.
La intuición es otra clase de experiencia espiritual que la práctica
regular de la meditación intensifica. Es como si una voz interior
susurrara en nuestra consciencia sabiduría, determinados
conocimientos y otras revelaciones significativas. Cuanto más abiertos
estemos a esa sabiduría intuitiva, más claro será el mensaje que
recibiremos. Resulta importante aprender a escuchar esa voz y confiar
en su consejo. Desde un punto de vista personal, considero que las
imágenes, las ideas y los pensamientos más poderosos los he recibido
mientras me encontraba en un estado profundo de relajación o
meditación. Con frecuencia, recuerdo las palabras que un maestro me
dijo: «El intelecto es importante en el mundo tridimensional, pero la
intuición es crucial.»
La meditación también nos permite recibir mensajes de las personas
que se encuentran en otras dimensiones. A continuación, describo un
ejemplo de este hecho.
Hace varios años, dirigí un seminario de dos días en Puerto Rico al
que asistieron cerca de quinientas personas. Muchas de ellas

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rememoraron experiencias de su infancia, su vida en el útero materno y
vidas pasadas. Uno de los asistentes, un reconocido psiquiatra forense
experimentó mucho más.
El segundo día del seminario, durante una meditación guiada,
percibió en su interior la imagen imprecisa de una joven que le dijo:
«Diles que estoy bien. Diles que Natasha está bien.»
El psiquiatra relató su visión a los asistentes y explicó que se sentía
ridículo. Después de todo, no conocía a nadie que se llamara Natasha y
ese nombre es muy poco común en Puerto Rico. Además, el mensaje de
la misteriosa joven no estaba relacionado con nada de lo que se trataba
en el seminario ni con su propia vida.
—¿El mensaje tiene significado para alguno de los presentes?
—preguntó el desconcertado psiquiatra.
De repente, desde el fondo del auditorio, una mujer gritó:
—¡Mi hija, mi hija!
La hija de aquella mujer había muerto apenas seis meses antes de
forma inesperada, con poco más de veinte años. El nombre de la joven
era Ana Natalia, pero su madre, y sólo ella, la llamaba Natasha.
El psiquiatra nunca había visto ni oído hablar de Natasha o la
madre de ésta y se sentía tan trastornado por aquella increíble
experiencia como la madre de la joven. Cuando ambos recuperaron la
serenidad, ella le enseñó una fotografía de su hija. El psiquiatra
palideció, porque sin duda se trataba de la joven espectral que le había
transmitido el mensaje.
Conclusión
Deseo animarle a meditar para que también usted pueda descubrir y
desarrollar sus propias experiencias espirituales. Recuerde que debe
mantenerse atento a todo lo que ocurra. Las experiencias pueden

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presentarse en forma de sentimientos, imágenes, recuerdos de esta vida
o de otras vidas pasadas, intuiciones, conocimiento o incluso estados
más trascendentales. Recuerde, también, que existe una razón y un
significado en todo lo que ocurre, en la vida misma, en el hecho de
revivir experiencias, en todas las existencias pasadas y en el hecho de
recordar esas vidas. Siempre hay un plan o un proyecto superior en
marcha o, al menos, una oportunidad para aprender. Por último, no
olvide que todo esto requiere tiempo y práctica, de modo que tenga
paciencia con el proceso y con usted mismo.

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Capítulo IV
Nos espera la magnificencia

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Cómo utilizar la
meditación
para conocernos a
nosotros mismos
Aunque hay muchas cosas que aún no puedo explicar, y no
sé si lograré hacerlo algún día, tengo la certeza de que la
práctica regular de la meditación puede ayudarnos a
descubrir nuestro ser más poderoso y esencial.
Este camino requiere perseverancia y dedicación; sin embargo, es
menos duro que las dificultades y los traumas de la vida diaria. Se trata
de un viaje solitario, pero nos permite descubrir que, en realidad, nunca
estamos solos. De este modo, la práctica de la meditación cobra un sig-
nificado mayor.
La meditación no es sólo un medio de alcanzar la iluminación, sino
que es, en sí misma, un proceso muy valioso porque nos permite
ponernos en contacto con nuestro verdadero ser.
Conocernos a nosotros mismos constituye la mejor manera de
aprender, porque de este modo podemos transformar nuestros miedos
y limitaciones en poder y alegría.
La lección más importante que podemos aprender en esta vida es la
de amarnos a nosotros mismos y a los demás de una forma in-
condicional. Éste es el conocimiento que nos convierte en seres divinos
y es la esencia de la meditación. Todos los pasos que damos y todas las
respiraciones que realizamos son sagrados. Si usted comprende y
practica estas lecciones, se convertirá en una persona consciente y su
consciencia abandonará lo cotidiano para adquirir una nueva

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perspectiva. Entonces, se transformará en una persona objetiva, perspi-
caz y libre de juicios.

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A continuación, enumero una serie de cosas que es muy importante
que recuerde:
• Usted es mucho más que su cuerpo y su mente
• Usted es un ser maravilloso de luz y amor, inmortal y
eterno
• Usted es mucho más que sus miedos, ansiedades,
amarguras y preocupaciones, incluso más que su sufrimiento
• Usted siempre está rodeado de amor, de un amor que lo
protege, lo reconforta, lo nutre y le ofrece plenitud. En cualquier
momento puede experimentar, de manera directa, el amor que lo
rodea. Puede reencontrarlo en las profundidades de su propio ser,
en su inmensidad interior, desde donde siempre ha percibido el
mundo. Y, en cierto sentido, se dará cuenta de que puede convertir
ese mundo en un lugar más feliz para usted y los demás
Cierre los ojos... Relájese... Respire... Concéntrese... Imagínese a
usted mismo o visualícese envuelto en una hermosa luz espiritual...
Imagine que absorbe esa luz y que, al mismo tiempo, la irradia hacia
sus seres queridos... Sienta cómo la tensión y la pesadez abandonan su
cuerpo, como si le hubieran quitado un gran peso de encima... Fije su
mente en la luz... Ya está preparado para empezar el viaje hacia su
interior. Un universo magnífico le aguarda.

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Capítulo V
Comentario final

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Ayuda a la meditación
A medida que era más y más consciente de la importancia
que la meditación ejercía en el crecimiento espiritual, la
paz y la felicidad, la recomendé a mis pacientes y a los
asistentes a mis talleres. Sin embargo, muchos me dijeron
que les resultaba difícil concentrarse y que podrían meditar mejor si
dispusieran, en su casa, de unas instrucciones o una guía como las que
ofrecía en las sesiones y talleres individuales. En respuesta a aquellas
peticiones, decidí grabar el CD de la meditación guiada que incluyo en
este libro. Quiero hacer todo lo posible para ayudar a las personas a
perfeccionar esta práctica que resulta tan crucial para nuestro equilibrio
físico, emocional y espiritual.
Soy consciente de que el ritmo frenético de la vida actual puede
haced e creer que no dispone de tiempo para ir más despacio y meditar,
sin embargo, es importante que encuentre ese tiempo para dedicado a
usted mismo. La práctica regular de la meditación puede liberar a su
mente de los múltiples pensamientos intrascendentes que lo distraen
continuamente.
Si es posible, dedique veinte minutos diarios a meditar. Cuando
empiece a obtener resultados, se dará cuenta de que le resulta más fácil
encontrar el tiempo necesario para esta práctica. Algunos de mis
pacientes vivieron experiencias inolvidables y significativas desde la
primera vez que escucharon el CD, Sin embargo, otros han necesitado
más tiempo. Yo mismo tuve que meditar diariamente durante tres
meses antes de alcanzar un estado más agudo de consciencia. Recuerde
que debe tener paciencia e intente no sentirse frustrado durante el
proceso. Para alcanzar niveles cada vez más profundos de consciencia,
es importante meditar con regularidad.

- 40 -
Un error muy extendido consiste en que, para meditar, se debe
adoptar la postura del loto, cuando, lo cierto, es que se puede meditar
echado, sentado o reclinado de una forma confortable. El objetivo es
relajarse, dejar de pensar, observar, desapegarse y sentirse atento y
consciente.
Empecemos. En primer lugar, vístase con prendas cómodas y
holgadas. Elija un lugar tranquilo en el que no lo interrumpan. Intente
liberar su mente de expectativas y permanezca abierto a todas las
posibilidades. Si en algún momento se siente incómodo con la
meditación, abra los ojos y dé por finalizado el ejercicio.
Tenga presente que durante la meditación no entrega el control de
usted mismo a ninguna otra persona. Ningún «poder» se hace cargo de
su cuerpo y su mente ni entra usted en ninguna máquina del tiempo. Se
trata, sencillamente, de alcanzar un grado muy profundo de
concentración. Por lo tanto, puede estar seguro de que no correrá
ningún tipo de peligro. Durante la meditación, podrá sentirse
inspirado, alcanzar niveles más elevados de consciencia o despertar a
su naturaleza divina. Todos estos caminos conducen a la iluminación.
El CD de la meditación constituye una poderosa herramienta de
crecimiento que puede cambiar su vida, sin embargo, no está pensado
para sustituir la atención médica. Si padece algún trastorno mental o
emocional importante, sigue un tratamiento de psicoterapia, tiene
convulsiones o sufre alguna enfermedad neurológica, le sugiero que
consulte a su médico o terapeuta antes de utilizar el CD y que lo haga,
sólo, con su supervisión.

- 41 -
Recuerde: No utilice el CD mientras conduce o maneja maquinaria
o equipos que requieren su atención y concentración.
Deseo sinceramente que disfrute de estos ejercicios, que le ayuden a
conseguir paz y armonía y que potencien su crecimiento espiritual.

- 42 -
CD de Meditación:
Transcripción

- 43 -
C
oncéntrese primero en su respiración, en su aliento. Sienta
plenamente lo agradable que ella puede ser. Deje que se
torne relajada, profunda y pareja..., una respiración de
yoga, muy tranquila. Éste es el camino hacia el interior.
Con cada respiración, déjese internar cada vez más en un estado de
relajación tranquila y serena. Esto es lo más benéfico para su mente y su
cuerpo..., relajarse e ir hacia el interior..., sentir la paz.
A medida que va más y más hondo con cada respiración... continúe
relajándose, serenándose y sumiéndose en la calma. En tanto va
progresando, relaje todos sus músculos. Los músculos de su cara y de
su mandíbula..., los músculos de su cuello y de sus hombros... Relájelos
completamente. Relaje, también, los músculos de la espalda, los de la
parte superior y los de la parte baja de la espalda. Relaje los músculos
de sus brazos y de su estómago para que su respiración se mantenga
profunda y regulada, relajada y serena. Por último, relaje los músculos
de sus piernas. Relájelos completamente. Sienta ahora cómo todo su
cuerpo está en calma y se sume plácidamente, cada vez más, en la
profundidad. Usted va cada vez más y más hondo y siente todo su ser
muy liviano..., se adentra en un hermoso estado de serenidad...
Su respiración se mantiene suave y profunda..., relajada y apacible...
Todos sus músculos continúan relajándose. Usted puede sentir la cal-
ma. Déjese ir aún más profundo...
Visualice o imagine, ahora, una hermosa luz que baja hacia la parte
superior de su cabeza... Ahora comienza a penetrar en su cuerpo y a
esparcirse por él de arriba hacia abajo. Es una luz hermosa, poderosa y
curativa. Escoja, usted, el color o colores de esa luz. Esa luz está conec-
tada a la luz de arriba y a su alrededor con una luz divina... Es una luz
poderosa y curativa, porque cura cada célula, cada fibra, cada tejido,
cada órgano de su cuerpo...; devolviéndole a todas las células su estado

- 44 -
normal, saludable; desalojando la enfermedad..., el malestar... y la
incomodidad...; devolviendo la salud perfecta. Es una luz que
profundiza porque le lleva a un estado de paz y relajación.
Permítase a usted mismo ir aún más profundo.. .
La luz continúa esparciéndose y llena todas las células y los tejidos
de su cara y de la parte posterior de su cabeza. Fluye suavemente por su
cuello aliviando y relajando los músculos de su cuello, la médula
espina!... En su garganta suaviza las asperezas y luego sigue descen-
diendo. Fluye en sus hombros y baja por sus brazos... aliviando todos
los músculos y los nervios, cada fibra y cada célula de su cuerpo.
Alcanza sus manos y luego sigue bajando. Y usted baja con ella, cada
vez más hondo...
Fluye, ahora, dentro de su corazón, liberando la hermosa energía
que está almacenada ahí y curando su corazón; va llenando sus
pulmones, que brillan, cálidamente, con la luz. Y usted va cada vez más
hondo. Ahora se está sintiendo tan apacible, tan relajado... Cada vez
más profundamente con cada respiración...
Y la luz fluye por dentro de su espalda..., sanando y relajando los
grandes músculos y los nervios. Llega a su estómago y fluye por él y
por su abdomen y penetra por todos los órganos abdominales,
produciéndoles alivio y relajando todos los músculos y los nervios del
abdomen. Pasa, ahora, por sus caderas y esta luz hermosa, calmante y
benéfica, baja por ambas piernas. Alcanza sus pies ahora. Todo su
cuerpo está rebosante de luz y usted se siente tan liviano y apacible;
está tan tranquilo y sereno. Déjese internar aún más en lo profundo...

- 45 -
Usted puede enfocar su atención en mi voz y dejar que los demás
sonidos, pensamientos o distracciones tan sólo le ayuden a profundizar
aún más a medida que se desvanecen...
Ahora vea cómo la luz llena también el exterior de su cuerpo, como
si usted tuviera a su alrededor un halo de luz o como si estuviera
metido en una burbuja de luz. Y esta burbuja lo protege porque nada
puede penetrar esta luz aparte de la bondad. Esta luz alivia su piel y los
músculos externos y profundiza, aún más, su nivel...
En unos pocos momentos, voy a contar hacia atrás desde diez hasta
uno. Con cada número déjese fluir más hacia lo profundo hasta llegar
tan hondo que cuando yo termine de contar hasta uno su mente ya no
estará limitada por las barreras usuales del tiempo y del espacio. Habrá
llegado usted tan hondo que podrá experimentar todos los niveles de
su ser multidimensional. Habrá llegado usted tan profundo que podrá
recordar todo. Todas las experiencias que haya tenido. Usted puede
recordado todo.
Diez..., nueve..., ocho..., yendo cada vez más hondo..., con cada
número que retrocede..., siete..., seis..., cinco..., hondo, más y más
hondo..., cuatro..., tres... muy, muy profundo; tan apacible, tan
calmado..., dos..., ya casi llegando..., uno. ¡Bien!
En este estado hermoso, relajado y sereno, imagínese usted,
visualícese a usted mismo bajando por una hermosa escalera. Bajando,
bajando..., cada vez más profundo..., bajando..., bajando... Con cada
paso que usted baja, aumenta su nivel de profundidad aún más...
Cuando ha alcanzado el fondo de las escaleras, frente a usted hay un
hermoso jardín. Un jardín lleno de flores, árboles, césped, bancos y
lugares para descansar. Está lleno de fuentes. Es un lugar hermoso... Es

- 46 -
seguro, apacible. Usted entra en este jardín. Visualícese, ahora, usted en
el jardín. Aquí su cuerpo puede descansar completamente y seguir
sanando. Su cuerpo permanece repleto de luz maravillosa a medida que
usted va más y más hondo... Su cuerpo se va a refrescar, se renovará,
rejuvenecerá, se recuperará... De manera que, luego que usted
despierte, se sentirá maravillosamente bien, repleto de la hermosa
energía refrescando, renovando y con pleno control sobre su cuerpo y
su mente...
Su cuerpo descansa y se relaja en el jardín y se carga de energía...
Éste es un momento para curarse, para relajarse, para ir al encuentro de
esa profunda paz que yace en lo más profundo de nosotros...; es el
momento de abandonar todas las tensiones y las ansiedades..., para
reparar..., para dejar a un lado el mundo y sus problemas..., para ir a lo
más profundo dentro de uno mismo..., para abandonar el miedo... y la
tensión..., para dejar a un lado todos los sentimientos y las emociones
negativas..., para dejar el miedo. Aquí no hay nada que temer.
Abandone la tensión, la preocupación, la ansiedad. Deje ir la ira y la
frustración... Deje a un lado la tristeza, la pesadumbre, el dolor y la
desesperación. En lugar de todo eso, llénese de paz y de amor y de
alegría y ventura. Ése es su verdadero estado interior. Mientras su
cuerpo descansa, se repara, se recupera y se refresca, permita que
también se refresquen las partes más recónditas..., más profundas de su
espíritu... Deje que curen... Encuentre la profunda paz que existe allí
adentro...
Usted es un ser hermoso y maravilloso. Inmortal., eterno... que
existe más allá de cualquier límite. Existe más allá de su cuerpo y de su
mente... Es un ser de paz, de amor y ventura eternos. A medida que
usted va sintiendo esto, continúe abandonando el miedo... Abandone la
ansiedad, la tristeza y todas las demás emociones y sentimientos
negativos. Permítase sentir la paz y viajar cada vez más adentro... Usted
puede estar, ahora, sumergido en colores. Esto será curativo a la vez

- 47 -
que relajante. Usted puede sentir eso. Usted puede sentir a otros y a sí
mismo. Usted puede sentir otras personas a su alrededor... Usted nunca
está solo. Usted siempre está protegido... Manteniéndose a un nivel
muy, muy profundo... la relajación curativa lo envuelve, lo rodea...,
puesto que usted permanece en el jardín... Usted no tiene que ir a
ninguna otra parte ahora. No tiene nada que hacer... No tiene nadie que
lo moleste... Lo único que tiene que hacer es relajarse, internarse
profundamente, sentir la paz, el amor, la alegría de este estado
interior..., recuperarse y reparar, llenarse de luz y de amor...
Entre las antiguas meditaciones, hay una que se centra en el amor.
Le enseña a llenarse de amor. Ese sentimiento que puede hacer brotar
lágrimas de sus ojos... Llénese de él... Sienta esa alegría. En el amor se
disuelven todos los temores. Con él termina el miedo... Véase ahora, así
mismo, tal como ha sido a lo largo de todas sus edades, empezando en
la infancia, cuando usted era un niño tan alegre, despierto, vibrante y
maravilloso... y pasando, luego, a través de los años de crecimiento...
hasta su edad actual... Rodéese de esta hermosa luz... Usted tiene todas
las edades..., todo esto es usted. El tiempo no existe ahora... Usted está
protegido, inmerso en luz. Transmita usted mismo esta luz, este amor.
Y traiga todas estas imágenes a su corazón... de manera que usted
quede completo. No hay nada que temer. Usted está a salvo...
Y, ahora, visualice o imagine a sus seres queridos. Usted puede
transmitirles luz y amor también. Rodéelos de luz. Déjeles saber cuánto
los ama...
Y esa luz los protege y cura... y siempre los mantiene conectados
con usted... A cualquier persona que necesite su luz..., usted se la puede
transmitir... directamente... ahora... y traerlo también a su corazón...

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Y ahora que usted está repleto de luz e inmerso en ella...,
completamente relajado, sereno, calmado y apacible..., imagine que un
ser sabio y amoroso viene a reunirse con usted en el jardín... Usted
puede comunicarse con este ser... Lo hace a través de palabras, de
símbolos, de imágenes, de pensamientos o de sentimientos. Eso no tiene
importancia. Usted puede formular una pregunta... y escuchar la
respuesta... Usted puede preguntar lo que necesite... No importa si este
ser es un guía, un amigo, un reflejo de su ser interior o algo distinto...
Escuche la sabiduría que le puede comunicar..., sienta la paz y el amor...
En el amor no cabe el miedo, ni la ansiedad, ni el tiempo, ni el
espacio. Es absoluto...
Ya que usted se ama a sí mismo, abandona toda la negatividad. No
abandona únicamente los pensamientos negativos y los sentimientos
dañinos, sino también los hábitos y los comportamientos que no
promueven el amor, el bienestar y la paz...
Usted abandona todas las conductas dañinas porque usted ya no las
necesita más... Escuche las respuestas... En cualquier momento que
usted necesite esta comunicación..., usted puede trasladarse aquí. Usted
no correrá ningún riesgo cerrando sus ojos y tomando, sencillamente,
unas cuantas respiraciones profundas. Llénese de luz y tráigase de
nuevo al jardín...
Si usted se encuentra en circunstancias en las cuales no puede cerrar
los ojos..., entonces, simplemente, tome unas cuantas respiraciones
profundas. Usted sentirá, de inmediato, la paz, la relajación, la
serenidad. Y aunque usted se encuentre despierto, alerta, en pleno
control de sus facultades conscientes, de su cuerpo y de su mente,

- 49 -
usted, de todas maneras, se llenará de paz y comprensión; se encontrará
más calmado y joven que antes...
Ya es tiempo de despertar. Y yo lo despertaré contando de uno a
diez... Con cada número que avance la cuenta usted se encontrará más
despierto y alerta, en completo control de su cuerpo y de su mente. Se
sentirá maravillosamente bien, refrescado y relajado, y pleno de
energía.
Uno..., dos..., tres..., va despertándose gradualmente, sintiéndose
magníficamente..., cuatro..., cinco... y seis..., más y más despierto..., sie-
te..., ocho..., ya casi despierto..., nueve..., diez.

- 50 -
Acerca del autor
El doctor Brian L. Weiss dispone de una consulta privada en Miami,
Florida. Con él colaboran psicólogos y asistentes sociales altamente
cualificados y experimentados que utilizan la terapia de la regresión y
las técnicas de psicoterapia espiritual en su trabajo. Además, el doctor
Weiss dirige seminarios y talleres vivenciales de ámbito nacional e
internacional y programas de formación para profesionales.
Otras casetes y CD sobre meditación y regresión están disponibles en
The Weiss Institute. Para más información, póngase en contacto con:
THE WEISS INSTITUTE
6701 Sunset Drive, Suite 201 – Miami, FL 33143
Teléfono: (305) 661 – 6610
Fax: (305) 661 – 531
Dirección e-mail:
in2healing@aol.com
www.brianweiss.com
(La meditación que contiene el CD adjunto estaba, anteriormente,
disponible en The Weiss Institute con el título Meditation to Inner
Peace, Love, and Joy.)

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