La sexualidad es un aspecto inherente al ser humano desde la concepción hasta la muerte. Se compone de factores biológicos, psicológicos y sociales. La autoestima juega un papel fundamental en la sexualidad adolescente, ya que los sentimientos de inferioridad pueden interferir con las conductas de autocuidado. La educación sexual debe proveer información científica a los niños y jóvenes de forma continua para que incorporen su sexualidad de manera responsable y saludable a lo largo de la vida.