La vivienda diseñada por Le Corbusier conocida como Unité d'habitation en Marsella se concibió como una pequeña ciudad de 337 apartamentos con pasillos interiores que hacían las veces de calles. Se adaptó a la escala humana mediante el sistema modular "Modulor" y dejó el hormigón a la vista como elemento estético. Tenía usos comerciales y de ocio en las plantas medias y la azotea.