El 14 de julio de 2015, se llevaron a cabo dos protestas en Quito contra la minería, organizadas por mujeres defensoras de la Pachamama y otras organizaciones. A pesar de la presencia policial y amenazas de desalojo, las manifestantes expresaron su rechazo a los proyectos mineros impuestos por el gobierno y denunciaron la injerencia del capital chino en Ecuador. Las protestas incluyeron encadenamientos y dramatizaciones para visibilizar los conflictos sociales y ambientales causados por la minería.