Este documento discute cómo el aumento del amortiguamiento en las estructuras puede reducir los efectos sísmicos de manera similar a como se reducen las vibraciones en los vehículos. Al aumentar el amortiguamiento, la respuesta máxima de una estructura se reduce notablemente, especialmente cerca de la resonancia. Los nuevos reglamentos de construcción en México han reducido la máxima reducción permitida por ductilidad para evitar daños graves en futuros sismos.