Un grupo de 12 funcionarios de alto rango de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) de Guatemala fue arrestado por corrupción tras la realización de 16 allanamientos, siendo responsables de un desfalco de más de 255 millones de quetzales mediante la alteración de auditorías. Entre los capturados se encuentran varios directores y gerentes de la SAT, quienes se aprovecharon de su posición para robar recursos destinados al bienestar del pueblo guatemalteco. El caso refleja una problemática de corrupción que ha persistido a lo largo del tiempo, teniendo implicaciones éticas y sociales significativas.