Mesopotamia era una región fértil entre los ríos Tigris y Éufrates con un clima semiárido. Sus habitantes desarrollaron un sistema de irrigación para controlar las inundaciones y sequías, lo que permitió el desarrollo de la agricultura y el asentamiento de las primeras ciudades-estado. La civilización sumeria fue la primera, con ciudades complejas gobernadas inicialmente por sacerdotes y luego por reyes, mientras la población se organizaba en diferentes clases sociales.