Constantino trasladó la capital del Imperio Romano de Roma a Constantinopla en el año 330. El Imperio Bizantino pervivió en oriente hasta la caída de Constantinopla en 1453. El arte bizantino se caracterizó por la combinación de elementos clásicos, cristianos y orientales, y tuvo una gran influencia en el arte medieval occidental. La arquitectura bizantina hizo un uso sistemático de las cúpulas sobre pechinas y la decoración suntuosa de los interiores.