La reducción de la liquidez por parte de la Reserva Federal y el Banco Central de China ha cambiado el enfoque de los mercados, llevando a una normalización que busca preparar a los inversores para un retorno a fundamentos más sólidos. A pesar de las correcciones en los mercados emergentes, se observan oportunidades de inversión a medio plazo, especialmente si se evita la exposición a divisas débiles y se prioriza la calidad de las empresas. La gestión de carteras se centra en activos con fundamentos sólidos, aprovechando la volatilidad para acumular inversiones en sectores con buen potencial de crecimiento.