El documento discute los desafíos éticos planteados por la ciencia, la técnica y la innovación. Sostiene que la ciencia y la tecnología deben justificarse moralmente por su contribución al conocimiento humano y su bienestar, sin dañar a la sociedad o el medio ambiente. También argumenta que las aplicaciones tecnológicas no son éticamente neutrales y deben evaluarse éticamente considerando sus medios y fines.