La contraloría social es importante para la democracia porque permite a los ciudadanos vigilar que el gobierno ejerza el poder de manera responsable y de acuerdo con la ley. A través de mecanismos de participación, los ciudadanos pueden verificar que los recursos públicos se utilicen adecuadamente y que se cumplan los objetivos de las políticas públicas. Esto hace que el gobierno rinda cuentas de manera efectiva y fortalece la democracia.