El documento presenta una reflexión sobre la evolución de los informáticos desde el uso de herramientas simples, como el ábaco, hasta su rol actual como 'francotiradores software' ante problemas complejos. Se critica la situación actual de la profesión informática, comparándola con adicciones y abordando la falta de cooperación en el trabajo. Se concluye con la necesidad de reconocer y abordar estas problemáticas, promoviendo un cambio en la cultura profesional.