La prueba de determinación de la ROE mide la resistencia de los eritrocitos a la hemólisis al someterlos a medios hipotónicos crecientes. Se añade sangre anticoagulada a tubos con concentraciones decrecientes de cloruro sódico y se centrifugan. El tubo con la mayor concentración en la que no hay presencia de botón de eritrocitos indica el grado de resistencia osmótica.