La inclusión educativa es un elemento necesario para una educación democrática y respetuosa con los derechos humanos. Implica transformar los sistemas educativos para responder a la diversidad de todos los estudiantes de manera equitativa y de calidad, mediante prácticas que reduzcan la exclusión. Algunas experiencias españolas como el Proyecto ROMA y las Comunidades de Aprendizaje promueven una educación inclusiva basada en la investigación colaborativa y la participación de toda la comunidad educativa.