La educación en las civilizaciones prehispánicas de Mesoamérica dependía de la posición social. Los niños recibían educación para cumplir roles específicos en la sociedad según su extracto social. La enseñanza tenía la intencionalidad de formar ciudadanos y soldados funcionales a la organización social establecida. La educación no era equitativa y podía variar entre niños y niñas.