La redacción, que proviene del latín 'redactum', implica la escritura de pensamientos y hechos de manera clara, original y concisa. Es fundamental aplicar corrección, coherencia y cohesión textual, identificando ideas principales y secundarias, para mantener el interés del lector. Además, se debe considerar el uso adecuado de la gramática y el estilo personal del redactor.