El ensayo crítico expone la importancia de las empresas de producción social (e.p.s) en la economía social, promoviendo la participación comunitaria y solidaria en la producción de bienes y servicios. Estas entidades buscan el bienestar colectivo, la igualdad en el trabajo y el desarrollo económico a través de la cogestión y autogestión, desmarcándose de modelos estatizados o capitalistas. Se argumenta que un pueblo organizado es clave para transformar el capitalismo y mejorar la calidad de vida de las comunidades.