La estimulación temprana es el mejor método para el desarrollo físico y psicológico de bebés y niños menores de 6 años, ya que su cerebro aprende rápidamente durante los primeros años mediante variados estímulos apropiados a su edad. Algunas formas populares de estimulación son la música, el masaje y el juego, los cuales mejoran las capacidades de los niños y fortalecen los vínculos familiares a pesar de requerir esfuerzo de los padres.