El documento habla sobre la importancia de una adoración verdadera a Dios en espíritu y en verdad. Explica que la adoración no son solo himnos suaves sino todo lo que hacemos para Dios. Para lograr una adoración espiritual es necesario vivir saturados del Espíritu Santo y no satisfacer los deseos de la carne. Además, la adoración debe ser como Dios ordena y no como queramos, con el objetivo de vivir en una relación de intimidad con el Espíritu Santo y ser siervos útiles para Dios