El documento aborda el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión resistente, enfatizando la necesidad de un enfoque multidisciplinario y la confirmación de la hipertensión verdadera. Se recomienda el uso de múltiples fármacos antihipertensivos, incluyendo espironolactona, y se destacan diversas causas secundarias de hipertensión que deben ser descartadas. Se concluye que la denervación renal debe considerarse como último recurso para pacientes con hipertensión resistente después de agotar otras opciones de tratamiento.