El documento aborda la huella de carbono en la producción porcina, destacando su importancia y los métodos para medirla. Se presentan diversas estrategias para reducir las emisiones de carbono, tales como la mejora en el manejo del estiércol, el uso eficiente de energía y prácticas agrícolas sostenibles. La conclusión resalta los avances en la producción porcina, donde se utiliza menos tierra y agua, generando una huella de carbono más baja en comparación con hace 50 años.