Las bases de datos NoSQL surgieron para superar las limitaciones de los sistemas relacionales, especialmente en el contexto del big data y aplicaciones web modernas, permitiendo manejar grandes volúmenes de datos no estructurados. Se clasifican en categorías como documentales, clave-valor, columnares y grafos, con ejemplos destacados como MongoDB y Cassandra. Estas bases de datos ofrecen características como esquemas flexibles, alta escalabilidad, y optimización para operaciones de lectura y escritura intensivas.