El documento analiza el periodo de la Restauración en España, que abarca de 1874 a 1931, y se divide en varias fases con énfasis en la estabilidad constitucional y el sistema caciquil. Se menciona la crisis de 1898, que marcó el fin del imperio colonial español y desencadenó consecuencias políticas y sociales, como el nacionalismo y el surgimiento de movimientos obreros y regeneracionistas. A través de la Constitución de 1876, se establecieron principios como la soberanía compartida y la división de poderes, aunque el sistema sufrió manipulaciones electorales y crisis significativas a lo largo de los años.