El documento aborda los retos que enfrentan las escuelas en la nueva normalidad, como la implementación de programas educativos a distancia y la necesidad de mejorar las prácticas didácticas con tecnologías para garantizar el aprendizaje. Se destaca la importancia de evitar el rezago escolar y la deserción, así como la necesidad de capacitación efectiva para docentes y alumnos. Además, se enfatiza la resiliencia del sistema educativo y la priorización de habilidades digitales para formar estudiantes críticos e independientes.