El documento describe el movimiento artístico del Manierismo que surgió en Italia entre 1530 y 1600 como una reacción contra la belleza y armonía del Renacimiento. Se caracterizó por el uso de colores fríos y figuras desdibujadas o inacabadas. El Manierismo no sólo existió en Italia sino que también se extendió a España, Europa central y del norte, influyendo tanto la pintura como la arquitectura y sirviendo de transición al estilo Barroco.