El documento resume el movimiento muralista en México entre 1921 y 1955. Se divide en tres etapas: los años 20, cuando José Vasconcelos encargó los primeros murales a artistas mexicanos; los años 30, cuando el muralismo se politizó y los artistas recibieron más encargos en México y el extranjero; y entre 1940-1955, cuando nuevas corrientes emergieron a medida que la ciudad se industrializaba. Aunque el movimiento perdió fuerza después de 1955, la producción de murales continuó.