La Sección Femenina de Falange promovía valores tradicionales que veían a la mujer como complemento del hombre. Buscaba fomentar el espíritu nacional-sindicalista en las mujeres y que asumieran roles de madres y esposas sumisas. Pilar Primo de Rivera era la responsable de la organización y promovía que las mujeres se dedicaran a labores domésticas y a satisfacer las necesidades de sus maridos.