El documento describe el arte paleocristiano y su cronología. Explica que el arte paleocristiano surgió como una nueva forma de entender el arte cristiano primitivo tras el edicto de Milán en 313 d.C. Detalla los principales elementos de la arquitectura paleocristiana como las basílicas y catacumbas, así como su iconografía caracterizada por símbolos didácticos como el crismón, el pez y la cruz.