La terapia breve centrada en la resolución de problemas busca cambios conductuales efectivos en un máximo de diez sesiones, abordando diversas problemáticas sin considerar su naturaleza o severidad. Se enfoca en la interacción familiar y en la modificación de conductas que mantienen los problemas, fomentando un enfoque pragmático y metas concretas. Esta modalidad desafía la promoción del insight y utiliza intervenciones directas y paradójicas para facilitar el cambio en los pacientes.