El modelo sistémico se centra en la familia como sistema interdependiente, donde los síntomas son parte de patrones comunicacionales y no solo del individuo. Se aplica no solo en la terapia familiar, sino también en organizaciones, redes sociales y escuelas, buscando alterar las interacciones disfuncionales. Este enfoque ha evolucionado desde el psicoanálisis, integrando influencias de la teoría de sistemas y enfatizando la comunicación como fundamental en la dinámica familiar.