El documento aborda el empoderamiento en el contexto del feminismo, destacando la importancia de la autonomía individual y la organización colectiva. Se identifican dos tipos de empoderamiento: estructural y psicológico, que interrelacionan factores como el entorno laboral y la toma de conciencia sobre la propia situación. Concluye enfatizando la necesidad de promover la igualdad de género y el bienestar de todos los trabajadores a través de la educación y el desarrollo profesional.