La terapia racional emotivo-conductual se basa en la idea de que los problemas psicológicos se originan en las interpretaciones y creencias irracionales que las personas tienen sobre los acontecimientos. El objetivo es identificar y cambiar estas creencias irracionales por creencias más racionales mediante técnicas como el debate y tareas asignadas. Se ha aplicado con éxito en problemas como ansiedad, depresión, adicciones y problemas de pareja.