Los tasas de prevalencia del TDAH en niños y adolescentes han aumentado exponencialmente en las últimas dos décadas, mientras que las recetas de medicamentos estimulantes se han vuelto comunes. Se plantean preguntas sobre las posibles razones de este aumento en los diagnósticos y los efectos negativos del uso de estimulantes, tanto a nivel individual como social, incluyendo su impacto en el cerebro.