El ACNUR "Porque esta labor nos muestra que el extranjero que sufre es uno de nosotros; nos enseña a entender que la solidaridad con otros seres humanos, incluso si nos separan de ellos fronteras nacionales, es la base que debe sustentar una paz duradera".
Premio Nobel de la Paz 1954
El premio fue otorgado a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en reconocimiento de su trabajo para brindar socorro y ayuda a los innumerables refugiados y personas desplazadas que se encuentran en Europa en los años inmediatamente posteriores a la guerra. El Comité declaró: "Se hizo con miras a enfatizar que el trabajo debe continuar, para que uno esté listo para enfrentar nuevos problemas de refugiados sobre la base de los principios de humanitarismo y justicia internacional sobre los que se construyó la Oficina".
Comité del Premio Nobel: "Piensa en lo que significa para cada refugiado sentir y saber que no ha sido olvidado, que a pesar de todo hay alguien dispuesto a ayudarlo".
El ACNUR comenzó su trabajo en 1951 y ha tratado de brindar asistencia a los refugiados y ayudar a las autoridades a comprender sus problemas. El presidente del Comité del Premio Nobel, Gunnar Jahn, dijo en su discurso en la ceremonia de entrega de los premios: "Piensa en lo que significa para cada refugiado sentir y saber que no ha sido olvidado, que a pesar de todo hay alguien dispuesto a ayudarlo. (...). Además, la provisión de protección legal le da cierta sensación de seguridad y así ayuda a mantener su moral y a animarlo a comenzar una nueva vida".
"Es posible que algunas personas no crean que la labor de asistencia a los refugiados es una labor en pro de la paz (…), pero sin duda lo es, si sanar las heridas de la guerra es trabajar en pro de la paz, si promover la hermandad entre los seres humanos es trabajar en pro de la paz. Porque esta labor nos muestra que el extranjero que sufre es uno de nosotros; nos enseña a entender que la solidaridad con otros seres humanos, incluso si nos separan de ellos fronteras nacionales, es la base que debe sustentar una paz duradera".
En su discurso de aceptación del premio Nobel, el Dr. G. J. van Heuven Goedhart, el entonces Alto Comisionado, declaró: "No puede existir una paz real en el mundo mientras haya cientos de miles de hombres, mujeres y niños que, por motivos ajenos a su voluntad, sólo porque han sacrificado todo lo que poseían por aquello en lo que creían, aún residan en campamentos y vivan en la pobreza con un futuro extremadamente incierto".