Respuesta

Abordar la explotación y los abusos sexuales es una de las principales prioridades del Secretario General y de todos los dirigentes de las Naciones Unidas. Una respuesta eficaz engloba todas las diligencias realizadas tras la comunicación de una posible falta de conducta, desde que se recibe la denuncia hasta que se garantiza la adopción de las medidas disciplinarias adecuadas contra sus autores. Estas diligencias tienen por objetivo garantizar la rendición de cuentas por las violaciones de las normas de conducta de las Naciones Unidas.

La ONU está trabajando para que las acusaciones de explotación y abusos sexuales puedan tramitarse más rápido, con mayor precisión y exhaustividad; para aumentar el ritmo y la calidad de las investigaciones, y para mejorar el seguimiento y la rendición de cuentas. Al actuar con urgencia tras recibir una denuncia de explotación o abuso sexuales se crean las mejores condiciones para la investigación.

Cuando las acusaciones de falta de conducta que afectan al personal civil de las Naciones Unidas se han investigado y resultan ser fundadas, se hace rendir cuentas a los autores, a los que se imponen sanciones proporcionales a la gravedad del delito, que pueden ir desde una amonestación hasta la destitución. Si los actos constituyen una conducta delictiva, la ONU puede remitir el asunto para su enjuiciamiento penal por parte del Estado de nacionalidad del miembro del personal en cuestión.

Si las acusaciones de falta de conducta grave que afectan a personal militar y de policía en operaciones de paz de la ONU están fundadas, las Naciones Unidas pueden repatriar a los presuntos perpetradores por motivos disciplinarios y prohibirles participar en operaciones futuras de mantenimiento de la paz. La imposición de medidas disciplinarias y otras medidas judiciales, entre las que se pueden encontrar la responsabilidad penal o la responsabilidad civil en relación con la pensión alimenticia de los hijos, sigue siendo competencia de la jurisdicción nacional de la persona afectada.